El cuerpo y la mente están tan conectados, que nuestros gestos y postura, revelan gran parte de nuestro mundo interior.
Por esto, y porque amo profundamente mi profesión, y porque he visto cambios verdaderamente espectaculares, llevo 20 años dedicados al trabajo postural con muchos de mis pacientes entre otras cosas.
Vivimos tiempos de cambio, tiempos de agitación e incertidumbre, con un efecto y significado particular para cada uno de nosotros; la situación nos ha forzado a volver a nuestro interior.
Como los planos físicos y psíquicos van de la mano, lo que sentimos y pensamos en estos momentos que vive el mundo, de alguna manera determinará también nuestra estructura externa:
LA POSTURA Y LA FORMA FÍSICA.
La musculatura se tensa y adapta posturas de emergencia, de ataque o defensa, en función de lo que vivimos y de cómo nos sentimos, de modo que será beneficioso para todos nosotros liberar el alma de tensiones, preocupaciones y esto repercutirá también en la liberación de las tensiones que acumula nuestro cuerpo físico como estructura y soporte.
Los que ya participáis conmigo, en mis clases de grupo de trabajo corporal y postural, ya sabéis a qué me refiero.
TÚMBATE en una posición cómoda, y haz respiraciones conscientes; modificando el proceso de la respiración podemos cambiar nuestra estructura postural y psíquica. Cuando hayas conectado con tu respiración y te sientas relajado, puedes ir buscando, suavemente, el estiramiento de las estructuras que rodean y sostienen tu columna vertebral.
CUIDAROS HOY Y SIEMPRE.
MARTA BOSQUE HERRERA
Osteópata y Fisioterapeuta 1313
La musculatura se tensa y adapta posturas de emergencia, de ataque o defensa, en función de lo que vivimos y de cómo nos sentimos, de modo que será beneficioso para todos nosotros liberar el alma de tensiones, preocupaciones y esto repercutirá también en la liberación de las tensiones que acumula nuestro cuerpo físico como estructura y soporte.
Esto, que es fácil de entender para todos, también se puede explicar en el sentido inverso. Trabajando el cuerpo físico también podemos repercutir y actuar sobre nuestras emociones y aliviarnos de aquello que nos preocupa. Por esto, mi invitación para vosotros es:
CONECTAR CON VUESTRO CUERPO. ESCUCHA TU CUERPO Y ESTIRA.
Estírate cada día para compensar las consecuencias de la quietud de estar en casa, del miedo e inseguridad que de una manera u otra, todos estamos experimentando.
Los que ya participáis conmigo, en mis clases de grupo de trabajo corporal y postural, ya sabéis a qué me refiero.
Para los que nunca habéis trabajado conmigo desde ésta perspectiva, seguramente también sepáis lo qué os quiero transmitir.
Para todos no obstante os escribiré a continuación cómo podéis hacerlo si queréis experimentar esto que os cuento. Igual que para escuchar una melodía es necesario dejar de hablar, para escuchar al cuerpo debemos detenernos y dejar de movernos para simplemente “estar”.
TÚMBATE en una posición cómoda, y haz respiraciones conscientes; modificando el proceso de la respiración podemos cambiar nuestra estructura postural y psíquica. Cuando hayas conectado con tu respiración y te sientas relajado, puedes ir buscando, suavemente, el estiramiento de las estructuras que rodean y sostienen tu columna vertebral.
Esto es lo que yo llamo, en los grupos de trabajo, la elongación de la musculatura de la columna vertebral, de manera equilibrada por delante y por detrás, por el lado derecho e izquierdo al mismo tiempo, desde abajo y hacia arriba a lo largo de nuestro eje central, y mueve al mismo tiempo que haces esto la caja torácica con tu respiración, en toda su expansión, liberando poco a poco el diafragma.
Con cada inspiración, puedes imaginar que en el interior de tu tórax se infla un globo que, a medida que se va llenando de aire, va expandiendo la parrilla costal en todo su diámetro de expansión, y con cada espiración intenta mantener el globo lleno, a pesar de que el aire salga, y al mismo tiempo, aumenta la intención de elongación de toda tu columna vertebral como si quisieras estirar un muelle.
Haz esto varias veces durante 2-3 minutos cada vez en distintas posiciones:
- Tumbado boca arriba
- Sentado en el suelo o en una silla
- Posición erguida, con unos apoyos estables de los pies.
Haz lo mismo, en tu vida cotidiana, no muevas alocadamente el cuerpo, cuando hagas una tarea física: busca desde la toma de conciencia el equilibrio de la postura de tu tronco y busca la fluidez del movimiento de tu cuerpo.
Sé que esto que os propongo, requiere de un entrenamiento. Sin embargo, también sé que es cuestión de ponerse manos a la obra y empezar. Hayas trabajado en mis clases o no, todos podéis hacerlo y conseguirlo.
Así que os animo a que conectéis con vuestras capacidades y posibilidades físicas, porque si mueves el cuerpo, mueves el alma.
No dudéis, si necesitáis alguna consulta, contactar conmigo en mi teléfono personal, desde el interior de mi casa está disponible y abierto para todos vosotros.
CUIDAROS HOY Y SIEMPRE.
UN ABRAZO ENORME
MARTA BOSQUE HERRERA
Osteópata y Fisioterapeuta 1313